Ahora que he estado escuchando las historias que cuentan los abuelos, recordé cuando era niña mi abuela contó una historia, así como las que he escuchado en estos relatos, sin explicación. Me gusta pensar que es la historia de un ángel guardián que la ayudó, a veces pienso que los ángeles se presentan de muchas y muy diferentes maneras, esta es la historia de mi abuela.
El bebé de mi abuelita enfermó, ya estaba anocheciendo, ella estaba sola y vivían en una zona rural alejada de los servicios médicos básicos, estamos hablando de hace más de 60 años, no había carros sólo carretas, así que puso los bueyes en la carreta y tomó a su bebé. A mitad del camino comenzó a llover, una lluvia torrencial no veía nada por el camino, de pronto mi abuela notó que un perro los acompañaba, el perro era blanco pero a pesar de que había lluvia y lodo estaba blanco impecable y muy hermoso.
Al llegar al río estaba muy crecido, pero aún así avanzó por que sentía la urgencia de que revisaran a su bebé. La carreta comenzó a tener dificultades para avanzar, los bueyes tenían miedo porque el río iba muy rápido e intentaban avanzar pero sus esfuerzos eran en vano, el agua comenzaba a empujarlos, cuando lo notó el perro, se colocó al lado de la carreta y ésta pudo avanzar sin dificultad, cruzaron el río y cuando estuvieron a salvo el perro desapareció así de repente, como había aparecido.
Mi abuelita llegó al dispensario médico pero nada se pudo hacer por el bebé, mi abuelita contó esto con mucha nostalgia y agradecimiento a ese ángel que la ayudó a cruzar, su bebé cumplió su misión en este mundo y se fué muy rápido y ella piensa que ese perro lo acompañó también a irse a su descanso eterno, ella decía que era el ángel que vino por su bebé.