Cuando mi papá era niño tenía unos amiguitos con lo que jugaba mucho ya que eran sus vecinos, ellos decían que su mamá era nahual, mi papá al ser un niño inocente no prestaba atención a esas cosas, tal vez ni siquiera sabía a lo que se referían sus amigos cuando platicaban sobre su mamá, él simplemente disfrutaba jugar con sus amigos y pasar tardes divertidas, había en eso un misterioso encanto.
Dice que un día la señora hizo una fogata dentro de su casa y que la vió que se metía literalmente al fuego y desaparecía. Mi papá iba a la casa de estos niños porque le decían a mi papá que su mamá era un gato y que lo invitaban a ver como su mamá se convertía en gato, “en su inocencia” pues eran niños, no veían el acto como algo fuera de lo normal, él me cuenta que no se asustaba porque sus amigos eran buenas personas y no lo platicaban como si fuera algo a lo que debiera temerle. También dice que la señora se portaba muy bien con él.
Y dice mi papá que sí, que un día, la señora les dijo a ver niños que quieren que me convierta, y que los tres dijeron un gallina y la señora se convirtió en guajolote! Ese día no se le olvida por la experiencia de ver a la señora salir como guajolote y porque le pareció algo muy divertido.
Yo le creo a mi papá porque mi papá no es un tipo loco que quiera llamar la atención y siempre ha sido una persona seria, pero a veces es difícil creer en estos temas que van más allá de nuestro entendimiento.
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