Hace tiempo acompañaba de regreso a mi hermano a la ciudad donde vivía él, era de madrugada, viajábamos de noche porque habíamos tenido una emergencia familiar y él vino a donde vivíamos, pero tenía que estar temprano en su trabajo y decidimos que yo lo acompañaría y me regresaría en autobús.
Yo no manejaba ese día el coche, pero íbamos platicando, yo en el lugar del copiloto, y de pronto en la carretera vimos una mujer, pálida, extremadamente delgada, pelo negro y alborotado con los ojos hundidos y vestía una túnica completamente blanca. No nos dijo ni nos hizo nada, solamente nos miró, mi hermano me dijo, “¿viste eso?”, yo le contesté que sí, me preguntó que si se regresaba, algo dentro de mí me dijo, “si te regresas te mueres”, y en mi mente ví como una película de un accidente que tendríamos en el puente que está cerca de ahí que pasa por un río, ahí caíamos, después de que algo se atravesara en el camino y mi hermano perdiera el control del auto.
Yo le contesté que no y tampoco mire atrás, sólo recé y seguimos nuestro camino. No hemos vuelto a platicar de ese día, pero aún cuando lo recuerdo me da escalofríos y mucho miedo. Pienso en cuántas personas sí se han regresado a ver a la aterradora mujer de blanco.