Deambulando por la oscuridad de Tepotzotlán, Ramiro desvela una experiencia sobrenatural que marcó su juventud, un misterioso encuentro nocturno con bolas de fuego. La noche caía sobre el río donde decidieron acampar, un lugar conocido por la leyenda del lanzarote del árbol caído. La bruma se apoderaba del entorno mientras el grupo, compuesto por Ramiro, su gemelo, la novia y amigos, se embarcaba en una travesía que pronto se convertiría en un encuentro con lo desconocido.
Con la fogata ardiendo y la noche en su apogeo, decidieron aventurarse en busca de más leña entre las colinas circundantes. Entre sombras, emergió una colina vacía, testigo de su inquietante descubrimiento. Tres misteriosas bolas rojas flotaban en el aire, una visión que sembró el pavor en el grupo.
El gemelo de Ramiro, Mateo sugirió que eran brujas y aconsejó un descenso discreto para evitar ser vistos. La situación se volvió aún más enigmática cuando descubrieron que uno de sus amigos, Ricardo, estaba ausente. Lo encontraron en un estado aparentemente adormecido en una peña, pronunciando palabras inquietantes al despertar.
“Nos están viendo, vámonos porque nos están viendo”, exclamó Ricardo. El grupo, sumido en un desconcierto creciente, emprendió un descenso que en la percepción de los presentes fue sereno, pero para los que los observaban desde abajo, resultó en una huida frenética y desordenada.
Todo se complicó cuando una lluvia de bolas de fuego cayó cerca de ellos, creando un triángulo en el suelo. Se refugiaron en una cavidad bajo los árboles mientras escuchaban disparos en la distancia, eran los habitantes del lugar que estaban tratando de ahuyentar las bolas de fuego. Cuando todo quedó en calma la novia de Ramiro, tocando la guitarra y entonando cánticos, logró calmar los ánimos, sumiendo al grupo en un sueño tranquilo.
Poco a poco fueron despertando alrededor de las 5:30 a.m., la incertidumbre persistía pero afortunadamente todos estaban bien, se prepararon para el regreso y decidieron no regresar a aquel sitio enigmático, dejando tras de sí una historia llena de misterio y preguntas sin respuesta